La Mujer Maravilla necesitaba un Super Hombre

Por fin algo digno de remarcar. Se acabó la mojigatería de DC respecto a los romances propuestos. Verdaderos héroes sin disfraces ni absurdos alter-egos. Porque en lo referente al amor, no se puede vivir siendo quien no eres. Y la manera de celebrar ese amor, es con un beso. Pero no un beso cualquiera, sino un beso que rememore los mejores besos.

Si tomamos por un lado el cuadro de Gustav Klimt, The Kiss,

y le sumamos la instantanea de Alfred Eisenstaedt, V-J Day in Times Square,

el resultado…

Fuente: Huffington Post, Wikipedia

Deja un comentario